El impacto de los feminismos en la conversaci?n p?blica y las resistencias anti g?nero

POSADAS. Por primera vez en un Beers&Polítics, Paola Zuban, directora de la Consultora Zuban-Córdoba, secretaria general de ASACOP Argentina e investigadora de opinión y género, compartió un trabajo de investigación que realiza desde el 2015 con la aparición del movimiento #NiUnaMenos en Argentina y el #MeToo en el resto del mundo. Plantea que, tras la salida de la pandemia, habrá que repensar los estados y las democracias con el objetivo feminizar la política. Que una ética del cuidado debe triunfar sobre las estructuras patriarcales que han sido las bases sobre las que se ha desarrollado el mundo hasta hoy. 

En Argentina, impulsado por movimientos que atraviesan todas las ideologías, el año 2018 dejó una marca indeleble. "Ese año hubo muchos hitos en términos de la agenda de los feminismos penetrando en la conversación pública" expresó Zuban para introducir el tema en la conversación de una nueva edición del Beers&Politics Posadas. "La impresión era, en ese momento, que a mayor información de la población todo iba a ir mejorando para las agendas de género", indicó.

La sensación generalizada, en el marco de las grandes movilizaciones que marcaron la previa y los debates parlamentarios de 2018 en Argentina, era que los temas de las agendas de los feminismos estaban penetrando la sociedad, que los argentinos se estaban informando de los reclamos y demandas, asistiendo y participando de los debates de un nuevo movimiento. "Pensamos que una vez que todos estuviéramos informados y, de alguna manera, empapados en éstas temáticas todo sería más fluido; todo iba a ir mejorando para la agenda de género y las temáticas que tenían que ver con lograr avances en torno a la igualdad entre las mujeres y los varones" indicó la consultora, pero no fue (tan) así.




Según las encuestas, que se desarrollaban a la par de la escalada en las movilizaciones, se pudo establecer que no solamente había falta de información, de sensibilización, "sino también movimientos de resistencia en contra de los avances en las agendas de género". Las resistencias, que se agrupan alrededor de los conservadurismos, promueven la polarización. Según Zuban, "los estados y las sociedades están asistiendo a procesos más o menos elásticos de polarización ideológica" y, en la grieta, "quedan atrapados los movimientos sociales que proponen avances en torno a los feminismos, la inclusión, el multiculturalismo, nuevos paradigmas sociales y políticos". Es un emergente de un nuevo clima de época y es utilizada como filtro en las discusiones sociales por las resistencias.

Los grupos que se oponen a cualquier cambio en el statu quo han ejecutado estas campañas de oposición debido a que los feminismos proponen un reordenamiento social y cuestionan lo establecido por "la sociedad que se ha fundado en un paradigma de sociedad heteronormativa, patriarcal", explica la consultora y agrega que lo que promueven estos grupos de resistencia es que "el modelo a seguir o a alcanzar es el europeo, donde todos somos blancos, heterosexuales y adherimos a los parámetros de la religión católica; donde la medida del éxito tiene que ver con el poder económico y el éxito académico". Para la normalidad de la época esas cualidades son las que posicionan a las personas en un lugar que no molesta, que no sale del sistema y que no permite que las cosas cambien.

Según Paola Zuban, los movimientos feministas lograron que en la opinión pública “haya cierto consenso en torno a la idea que lo personal es político, en el sentido que los problemas privados pasan a ser parte de un problema social y político”. Si bien los avances logrados eliminaron ciertos obstáculos, como algunos impedimentos “formales”, queda un largo camino para terminar con los impedimentos simbólicos, como los que se imponen de las puertas para adentro de los hogares y, también, de la puerta para afuera.

En Argentina, desde 2018, dentro de la agenda de los movimientos de género y los reclamos feministas, el que más sensibiliza y más adhesiones genera es la violencia física en contra de las mujeres. Zuban explicó que “ese año medimos cómo la sociedad estaba conversando en torno a la problemática de #NiUnaMenos. El 96,7% de la población estaba al tanto de qué trataban las consignas del movimiento. De ese porcentaje un 70% había participado de las movilizaciones, en mayor medida por redes sociales, a favor o en contra, pero habían participado”.

Un reconocimiento de la población tan elevado de la agenda pública, a través de una consigna, es muy significativo. Cualquier sistema político que quiera ser exitoso, dentro del concepto de las democracias occidentales, aspira a que la opinión pública esté informada de los temas de conversación. De esa manera los consensos son mucho más fáciles de lograr, además de permitir que los planteos de políticas públicas busquen solucionar los problemas del conjunto social.

Actualidad - 10:23 10/07/2020