DE LA FOTO CON VILLARUEL

Editorial 

 

El martes último, la celebración del 211° Aniversario de la Batalla de Salta, sirvió de soporte para que varios gobernadores del Norte Grande, incluido el misionero Hugo Passalacqua, enviaran un nuevo mensaje político ante la nula relación con el Presidente de la Nación, Javier Milei. Sin minimizar el acontecimiento que daba lugar a las efemérides del día, es claro que el tenor de dicha celebración no siempre concitó una atención demasiado alta. No obstante, en la tierra de Güemes se reunieron la Vicepresidenta de la Nación, Victoria Villaruel, el Ministro del Interior, Guillermo Francos y los mandatarios provinciales encabezados por el local Gustavo Sáenz, su par de Tucumán, Osvaldo Jaldo, el de Catamarca, Raúl Jalil y el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, además del de Misiones, antes mencionado. Y de la ocasión, la foto. 

 

La sola idea de que se retratara el momento no tendría mayor peso si no se supiera que el diálogo Nación-Provincia está seriamente eclipsado por las expresiones de Milei contra los gobernadores, que, para peor, tienen un correlato directo en la (no) transferencia de recursos a los estados casi sin excepción. De hecho, no llamó la atención que el libertario haya tenido que girar $1.000 millones a Corrientes antes de poder pisar la provincia para un acto tipo mitín ideológico, fanático y dogmático. 

 

Milei sigue gozando de la credibilidad de un casi 50% de la opinión pública y confunde eso con poder real, se equivoca. Primero, por la volatilidad del dato, las cuentas de los meses que vienen van a profundizar la pobreza, y ese 50% está en problemas serios, hoy resiste por una rara mezcla de orgullo, espanto y temor irracional a reconocer haberse equivocado, no en el voto, que es soberano e indiscutible, sino en haber creído con inocencia que el plan era como se dijo en campaña. Es decir, ese 50% está demorando su sinceramiento para admitir que le mintieron, le mintieron mucho para sacarle el voto. Segundo, porque Milei tiene el enemigo en la propia trinchera, su vicepresidenta Victoria Villaruel, la de la foto en Salta, está más cerca de Macri que él, y la bancada amarilla más el puñado de radicales dispuestos a sumarse que proporcionarían la fuerza parlamentaria necesaria para tener media Cámara de Diputados -recientemente llamada nido de ratas por el titular del Ejecutivo Nacional- no ven hoy en el presidente a una figura que los convoque, los aglutine y los invite a un acuerdo generoso, ni siquiera a uno lógico, o a, aunque sea, a un pacto de crisis.

 

Se escucha entre asesores y allegados, que en las líneas del PRO alineadas a Milei, con Patricia Bullrich al frente, temen mucho que, más temprano que tarde y a la luz de algunas proyecciones, se busque una salida constitucional para el primer mandatario, argumentos habría, expedientes se van sumando y nuevas razones se vislumbran. Ni golpismo ni bloqueo político, ni mucho menos quita de gobernabilidad, se habla de la vía prevista en la norma. Sí, dado el caso, el paso siguiente sería respaldar a la beneficiaria en la línea sucesoria con una alianza que reúna al PRO -ya eventualmente en manos de Macri nuevamente-, los radicales "dispuestos" y los vestigios de la aventura LLA, de filas muy escuetas desde siempre.

 

Claro, la prudencia debe primar, la vicepresidenta  solamente se mostró en una amena reunión con mandatarios, incluso sin ningún tipo de poder de “rosca”, pero los gobernadores presentes, con mucha más lectura del simbolismo político que el propio Milei, sonrieron a la cámara.

 

Daniel Leopardi, Director de AntenaMisiones

Actualidad - 12:50 21/02/2024