De la historia del General Andrés Guacurarí y Artigas tenemos certeza entre los años 1815 y 1819. Fueron cinco años que marcaron para siempre a los pueblos de las Misiones Jesuíticas. Y fueron suficientes para convertirlo en el máximo exponente de la lucha por la autodeterminación y autogobierno de misioneras y misioneros.

Del hombre, de Andresito Guacurarí, conocemos poco, casi nada. Hijo de los pueblos guaraníes aprendió a leer y escribir, algo que no era muy común en la época. Sus capacidades, conocimiento del territorio, manejo de las lenguas y concepto de libertad lo acercaron a Artigas.

Con cerca de 30 años fue nombrado Coronel y Gobernador General de las Misiones, un territorio que se extendía desde el sur de lo que hoy es Corrientes hasta nuestra provincia de Misiones. Luchó contra la ocupación de los paraguayos sobre la margen del río Paraná y contra los bandeirantes en el río Uruguay.

Sin el General Andrés Guacurarí, y todas las mujeres y hombres que lo acompañaron, Misiones, Corrientes hoy no serían parte de Argentina. Fue tomado prisionero por los portugueses y su vida se perdió en el laberinto de la historia.

En el día de su natalicio, recordamos a un hombre que se entregó de cuerpo y alma a una causa justa. Que luchó por la libertad de todos los habitantes de nuestra tierra. Que promovió, desde lo más profundo de sus ideales, el crisol de razas que convive en paz en nuestra provincia de Misiones.

Hoy celebramos la vida de un líder, de un héroe, de un gobernante que trató a todos por igual y marcó el camino de la libertad. Hoy conmemoramos a Andrés Guacurarí, que nos enseñó la importancia de la autodeterminación y el autogobierno para beneficio de todas las misioneras y misioneros.

A más de doscientos años de la desaparición física de Andrés, es nuestra obligación 

mantener viva la llama de sus ideales y de sus luchas.